FECODESA mediante sus organizaciones de base reportan que en Estelí y Madriz también registran pérdidas de cultivo.
Un reporte enviado por Blanca Castro y Rolando Herrera, equipo técnico de Fecodesa, organización miembro de la Mesa Nacional para la Gestión del Riesgo (MNGR), afirma que, en los departamentos de Madriz y Estelí, ha venido realizando un monitoreo para conocer la situación de la producción agrícola en el ciclo de primera de 2021.
Explican que, en el municipio de Pueblo Nuevo, se reportaron precipitaciones de 140 milímetros en los primeros días de mayo.
Lo productores pensaron que eso sería suficiente para la germinación de las semillas y esperar las próximas lluvias.
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Esperan más lluvias
Sin embargo, no fue así, ya que casi no llovió en los siguientes 30 días.
“Las pequeñas plantas de maíz o frijol que lograron germinar se han secado. Se estima que un 10 % de los agricultores lograron realizar las siembras” explican en el reporte Castro y Herrera.
En la comunidad La Manzana del municipio de San Lucas, las pérdidas son entre 1 a 3 manzanas de maíz y frijol en más del 50% de los agricultores.
En otras comunidades como Santo Domingo y Cayantú en Totogalpa, los productores tienen sus terrenos preparados, pero no se arriesgaron a sembrar por temor a perder la semilla.
Advirtieron que, de no llover en la primera quincena de junio, van a sembrar hasta postrera, porque en esta fecha corren el riesgo de que los cultivos les afecte el periodo de canícula en la etapa de floración, lo que también provocaría una disminución de los rendimientos por el aborto de la floración.
Suma de afectaciones
A este fenómeno también hay que agregar las afectaciones de los huracanes ETA e IOTA, que provocaron grandes pérdidas en los cultivos.
“A las familias campesinas se les agotan sus reservas de alimentos y en la mayoría de los casos no disponen de recursos para poder comprarlos, alargándose el periodo de escases hasta los meses de octubre o noviembre que es cuando sale la cosecha de postrera”, menciona el reporte.
Castro y Herrera señalan que a las afectaciones por el clima se les suma los precios de los productos al momento de la cosecha, donde los intermediarios les pagan el precio que estos definen, sin tomar en cuenta los costos de producción del agricultor.
“Es urgente realizar una planificación estratégica que contribuya a mejorar la productividad y rentabilidad de la producción agrícola, ya que de esto depende no solo la alimentación de las familias rurales, sino también de las familias urbanas y un gran porcentaje de las exportaciones del país”, propones los técnicos de Fecodesa.