Durante estos días -con ambiente de tensión e incertidumbre- cercano el inicio del invierno de 2020 diferentes sectores se hacen el planteamiento: ¿Vamos a sembrar en primera? La pandemia del COVID 19 ha traído otras condiciones de vida. La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha advertido sobre la posibilidad de que derivado de la gravedad económica nos acercamos a un efecto adverso y severo: el incremento del número de personas expuestas a hambre, y hambruna también. Se afirma con preocupación un incremento del doble del número de personas que fallecerían por hambre sobre la base de las víctimas antes del surgimiento de la pandemia del COVID 19.
Recientemente –el fin de semana pasado- se ha registrado lluvia en diferentes áreas de la geografía nacional. Se ha brindado la explicación que es el resultado de la transición entre el período excesivamente seco y caluroso y la proximidad del invierno. Todavía no es el inicio de las aguas, como se afirma popularmente. Sin embargo, se ha logrado tener acceso a información relacionada y desde la pequeña y mediana producción. Se ha expresado que este será un buen invierno. Cabe señalar que algunos/as pequeños /as y medianos / as productores /as adoptaron la decisión de sembrar en seco, y en espera justamente de estas primeras aguas.
También se ha conocido de un sector de la producción grande: van a producir. Han comentado públicamente acerca de la adopción de los protocolos de bioseguridad para el sector agropecuario. Los efectos adversos de la pandemia del COVID 19 obliga a trabajar urgentemente en este sector económico, y se reconoce que es esencial para la vida. Es necesario seguir trabajando en las medidas necesarias que contribuyen a la construcción de una barrera de contención de la pandemia del COVID 19. Es cierto, se requiere de mayores niveles de crédito para el sector, semilla, asistencia técnica, pero se hará un esfuerzo extraordinario. El desafío está planteado.
La proximidad para el inicio del invierno de ninguna manera es un relajamiento de las medidas esenciales ante el paso del COVID 19. Sino elevar al máximo las normas que permitan convivir con la pandemia, pero además hacer frente a los otros escenarios críticos de riesgo. El sector agropecuario espera el inicio del invierno 2020 con los máximos niveles de esperanza y confianza, vigores y Fe.