Este año el tema de cambio climático es clave para la Latinoamérica porque Perú será sede de la Conferencia de las Partes (COP 20) y la PRE-COP Social que organiza Venezuela.
Ante este importante evento de carácter internacional, el Observatorio de la Sostenibilidad, Red Latinoamericana o SUSWATHC como también se le conoce, realizó un Foro Taller para compartir e intercambiar información sobre las negociaciones globales sobre el tema.
Previo a este Foro la Red Latinoamericana desarrolló importantes experiencias en negociaciones climáticas, las que han sido socializadas y retroalimentadas a fin de identificar oportunidades para mejorar las propuestas y construir una perspectiva común que tenga mayor impacto en los distintos niveles de intervención: nacional, regional e internacional.
Mónica López Baltodano es la experta que ha tenido a cargo el proceso de devolución y retroalimentación de la propuesta de Nicaragua en la Convención Marco de Naciones Unidas Sobre Cambio Climático, COP 19 y busca construir, desde el consenso, la nueva propuesta de cara a la COP 20, a realizarse próximamente en Perú.
Durante el intercambio sostenido este miércoles, López Baltodano abordó el tema sobre el Mecanismo Internacional de Varsovia sobre Pérdidas y Daños Asociados al Cambio Climático.
Manifestó que era pertinente explicar que su objetivo es dar respuestas rápidas y concretas ante los impactos de eventos climáticos en países en desarrollo que son altamente vulnerables, reconociendo que existen diferentes métodos, enfoques y herramientas para valorar el riesgo, y las pérdidas y daños.
Explicó que este mecanismo se originó cuando Vanuatu propuso en el año 1991 un mecanismo de aseguramiento para los Estados insulares. Durante la COP13 se inició formalmente la discusión sobre medios para enfrentar las pérdidas y daños; y fue hasta la COP 16 cuando se incorporó en el Marco de Adaptación de Cancún el desarrollo de un programa de trabajo bajo el Órgano Subsidiario de Implementación.
¿Qué haremos con los ciudadanos de los pequeños Estados-isla una vez que pierdan sus fuentes de agua dulce o sus tierras queden sumergidas en el mar? ¿Qué haremos con los miles de migrantes climáticos que se verán forzados a dejar sus hogares convertidos en zonas peligrosas o inhabitables? ¿Qué haremos si nuestras principales fuentes de alimentos ven drásticamente reducida su productividad? ¿Qué haremos frente a la pérdida progresiva de nuestra biodiversidad y el desajuste de los balances ambientales?, todas éstas son las preguntas que la crisis climática nos impone, reflexiona Mónica López.
Para la especialista, los más complejo de todo es aceptar que todas esas son preguntan que deben ser respondidas en el presente y de forma colectiva por la humanidad. Entender, como ciudadanos del planeta, que se trata de problemas actuales que se irán agravando en el futuro.
La inexistencia de compromisos serios de mitigación, y la carencia del flujo de recursos financieros para la adaptación, el desarrollo de capacidades y la transferencia de tecnología, han ampliado la frontera de las pérdidas y daños ocasionados por el Cambio Climático.