En ocasión de la realización de la XIX asamblea general ordinaria de la Concertación Regional para la Gestión de Riesgo (CRGR) se compartió una posición con relación a los escenarios de riesgo que vive la región. El texto de esta posición es el siguiente:
POSICIÓN DE LA XIX ASAMBLEA DE LA CONCERTACIÓN REGIONAL PARA LA GESTIÓN DE RIESGO. La Concertación Regional para la Gestión de Riesgo (CRGR) es una Red centroamericana conformada por miembros de las Mesas nacionales de gestión de riesgos de: El Salvador, Guatemala, Honduras, y Nicaragua. Éstas comparten objetivos, misión, visión y enfoques comunes bajo la gestión de riesgo a desastres. La finalidad es consolidar progresivamente la capacidad de contribuir al proceso de deconstrucción social del riesgo. Estos esfuerzos se realizan sobre la base del reconocimiento de la pluralidad, tolerancia, transparencia y el respeto a la dinámica de cada país mediante la promoción del intercambio de experiencias, aprendizaje, interlocución e incidencia política.
En los últimos cinco años hemos desarrollado acciones estratégicas de incidencia en políticas públicas que contribuyan a la reducción de vulnerabilidad. Así mismo al aumento de la resiliencia de la población en condiciones de alta exposición ante las amenazas naturales y las provocadas por el ser humano.
La CRGR ante los desafíos que nos presenta la era del conocimiento está en un proceso de fortalecimiento de las competencias y capacidades. Estamos conscientes de que la gestión del conocimiento es un eje estratégico que contribuye al desafío en la ruta hacia alcanzar los objetivos de crear una cultura de prevención y seguridad que permita a convivir cotidianamente con el riesgo.
La CRGR es un espacio de referencia regional en el tema de gestión de riesgo a desastres. Por consiguiente su permanencia y presencia descansa en la gestión exitosa de cada una de las Mesas nacionales que la integran.
En el marco de la XIX Asamblea de la Concertación Regional para la Gestión de Riesgos, que se realiza en La Antigua Guatemala los días 02, 03 y 04 de Abril, bajo el paradigma del Buen Vivir, los representantes de las Mesas nacionales ahí reunidos analizaron el escenario de riesgos de la región. En este orden, se ha examinado particularmente el incremento de la actividad sísmica y volcánica a consecuencia de la posición geográfica que nos ubica en el cinturón de fuego del Pacífico. También nos acecha la sequía, la amenaza hidro – meteorológica, las heladas (particularmente el norte de Guatemala), incendios forestales, inseguridad alimentaria, la desnutrición crónica, entre otros amenazas.
Centroamérica sigue siendo una región altamente vulnerable ante las distintas amenazas y de alta exposición. En estos días, éstas se han venido exacerbando por la Industria extractiva de petróleo, minería a cielo abierto, monocultivos, cultivos de palma africana, caña de azúcar, desvío de ríos y contaminación, proyectos hidroeléctricos y megaproyectos.
Este contexto de alto riesgo ha sido analizado en esta XIX Asamblea de la CRGR a la luz –entre otros instrumentos- de Marco de Acción de Hyogo, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y el cumplimiento de sus metas, la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y la Política Centroamericana para la Gestión Integral del Riesgo (PCGIR) y por tanto, consideramos que
El Sistema para la Integración Centroamericano (SICA), y particularmente el sub –sistema ambiental, debe funcionar como un bloque negociador efectivo en procesos internacionales y regionales; junto a la apertura de espacios participativos y de rendición de cuentas a la ciudadanía.
Se debe promover decisiones políticas que garanticen el respeto irrestricto de los derechos de los pueblos indígenas, afro descendientes y comunidades locales en todos los mecanismos de integración centroamericana.
Los acuerdos suscritos por los gobiernos en espacios internacionales sean de carácter vinculante y que desarrollen sus respectivos marcos jurídicos para su implementación.
Todos los acuerdos, leyes, programas y políticas tengan como un pilar fundamental la perspectiva de género.
Los gobiernos, incluyan en los acuerdos internacionales de reducción de riesgo a desastres, todo tipo de amenazas socio naturales y antrópicas (provocadas por la acción humana).
A lo interno, los gobiernos promuevan políticas de reducción de la vulnerabilidad existentes para así disminuir el alto nivel de riesgo en que viven sus pueblos.
Los gobiernos centroamericanos implementen esfuerzos para cambiar la matriz energética por fuentes de energía sustentable, creando políticas de acceso a los más empobrecidos.
Todos los países desarrollados reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.
Se reconozca el derecho al agua como un derecho humano fundamental.
Los gobiernos centroamericanos garanticen la seguridad y soberanía alimentaria.
La implementación de cualquier mega proyecto, sea este, extractivo, minero, hidroeléctrico y otros, realice los procesos de consulta previa, libre e informada, tal como lo establece el convenio 169 de la OIT.
Finalmente instamos:
A las organizaciones de sociedad civil, movimientos sociales, medios de comunicación, científicos/as e investigadores/as, académicos/as, comunidades locales y pueblos vulnerables, a constituir alianzas estratégicas que sean capaces de incidir y movilizar a la ciudadanía a nivel local, nacional e internacional para construir el camino que nos lleve hacia el Buen Vivir.
La Antigua Guatemala, Guatemala 04 de abril de 2014