En memoria, y por respeto, de cada una de las personas que han sido afectadas durante la evolución de la pandemia del COVID 19 debemos trabajar en la adopción de las medidas básicas que coadyuven a la construcción de la barrera de contención de esta enfermedad. Debemos actuar con responsabilidad ciudadana teniendo presente que es posible la producción de salud.
Se está haciendo la recomendación -con muchísima fuerza- que aseguremos el cumplimiento de la medida básica y esencial del distanciamiento social. Pero también que se adopte con urgencia el aislamiento social. Todo hace indicar que la pandemia del COVID 19 golpea con severidad, y se pueden adquirir niveles de contagio más elevados. En consecuencia, debemos tener muchísimo cuidado para que cada uno de nosotros/as sea participante activo en la construcción de la barrera de contención del contagio. La responsabilidad ciudadana es inherente a la vida de cada persona productora de salud.
Durante estos días de reflexión, incertidumbre, temor, preocupación, y búsqueda de las medidas apropiadas, pero, también de reafirmación de los principios y valores institucionales, familiares y personales ante el paso dramático de la pandemia del COVID 19 en nuestras vidas, surge la necesidad de encontrar la respuesta a las múltiples ideas e inquietudes que están en nuestro pensamiento. No cabe duda alguna que la población nicaragüense avanzó, y sigue avanzando, con serenidad y solidaridad para hacer frente a la enfermedad. Pero, en las condiciones actuales se deben hacer más tensas las medidas. Debemos evitar el relajamiento, ésta es malo consejero.
Resulta alentador –teniendo presente el escenario dramático- que hay comprensión de la gravedad. Se ha tenido en cuenta que estamos frente a una crisis mundial de salud. Hay preocupación acompañada de calma, serenidad, y una cuota elevada de solidaridad. Ningún país estaba preparado para hacer frente a estos efectos adversos y devastadores. No obstante, Nicaragua ofrece una cantidad muy importante de ejemplos que constituyen evidencias. Una fortaleza enorme. Los esfuerzos de educación brindan sus frutos. Llegará el momento de la identificación de las lecciones aprendidas, pero también de las que subyacen. El escenario es complicado y complejo. Se avecinan otras amenazas. Será necesario tener más fuerza para hacer frente.
Nos enfrentamos a una enfermedad no conocida, con crecimiento acelerado, que llegó a la categoría de pandemia durante un período corto. El balance positivo frente a la crisis mundial de salud nos está diciendo que la prudencia, respeto, comprensión, y solidaridad nos permite establecer las bases para la autorregulación, el distanciamiento social, la adopción del aislamiento social, la construcción de la barrera de contención. Todo ello para evitar la propagación del COVID 19. Es una actitud de responsabilidad ciudadana. Es una contribución para que el país con las instituciones logre alcanzar el objetivo: la contención de la pandemia del COVID 19.