Todavía queda un poco más de dos meses (marzo y abril) de temperaturas altas con las que se despediría el fenómeno El Niño, el que ya bajo a condiciones neutras y llegaría hasta la entrada de la temporada lluviosa en el país, por lo que desde ya, se pronostica un “buen invierno” principalmente para el segundo sub ciclo agrícola, según la Mesa Nacional para la Gestión de Riesgo (MNGR – Nicaragua).
El Secretario Ejecutivo de la MNGR – Nicaragua, Denis Meléndez, asegura que de acuerdo a las últimas informaciones suministradas por las diferentes instituciones globales que monitorean el comportamiento del clima, nos indican que probablemente el invierno se instale en la tercera semana de mayo y que detrás vendrá el fenómeno climático La Niña que traería un poco más de humedad con relación a años anteriores. “Vamos a tener un poco mas de humedad, la precipitación un poco mayor con relación a los niveles históricos, a las normas históricas de precipitación en el país, registradas para cada uno de esos meses.
Recordemos que el invierno se divide en dos sub ciclos: durante los meses de mayo, junio y julio el invierno no es tan fuerte, no obstante en el segundo sub ciclo asociado a la temporada ciclónica, (las tormentas y los huracanes), entonces el país y la región se ven influenciados justamente por este tipo de fenómenos que arrastra mas humedad, que hay mas precipitación. Entonces, el segundo sub ciclo siempre nos permitirá tener mayor humedad” reiteró.
A preparar la tierra, Meléndez sugiere a los agricultores anticiparse a este tipo de fenómenos climáticos y para ello, empezar a hacer todas las labores de preparación de la tierra, tomando en cuenta que venimos de un prolongado período seco y que vamos a tener probablemente mayor humedad, por lo que es recomendable tener el material genético, o sea la semilla especifica que pueda hacerle frente a estas condiciones climáticas. Asimismo reconoció que las autoridades agropecuarias desde ya están adoptando las medidas, actualizando el plan invierno que permitan poder hacerle frente al registro del déficit de humedad que hemos tenido, pero también a las nuevas condiciones que presenta el escenario climático. “Debemos tener presente que hemos vivido los últimos treinta meses bajo condiciones muy adversas con un déficit de humedad que ha afectado por lo menos siete ciclos agrícolas, afectaciones a la ganadería, pero también el acceso al agua para consumo humano y particularmente agua potable”, dijo Meléndez.