Declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2015 es una publicación de la Organización Meteorológica Mundial – 2016 (OMM). En la página 8 de este documento se brinda información relacionada al fenómeno climático El Niño. Por el interés generado, y los efectos adversos de éste sobre diferentes actividades humanas, se reproduce y publica textualmente:
EL NIÑO Las variaciones que se producen en la temperatura de las aguas superficiales del Pacífico tropical se combinan con el proceso de retroalimentación atmosférica para impulsar las dos fases claramente definidas de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS): El Niño y La Niña. Durante un episodio de El Niño, las temperaturas de la superficie del mar en la parte oriental del Pacífico tropical son superiores a la media. Ello provoca un debilitamiento o un cambio de dirección de los vientos alisios dominantes, lo que refuerza el aumento de la temperatura de la superficie. El fenómeno ENOS es el modo principal de variabilidad climática mundial de un año a otro. El Niño afecta la circulación atmosférica global, modifica las características meteorológicas en todo el mundo y aumenta de forma temporal las temperaturas globales.
En 2015, las temperaturas de la superficie del mar en las zonas oriental y central del Pacífico aumentaron y superaron los umbrales habituales de El Niño durante la primavera del hemisferio norte. Los indicadores atmosféricos también apuntaron al comienzo de un episodio de El Niño, por ejemplo, la diferencia de presión atmosférica entre Tahití y Darwin, una mayor convección cerca de la línea internacional de cambio de fecha, y un debilitamiento o un cambio de dirección de los vientos alisios. El Niño continuó intensificándose y alcanzó su punto máximo en diciembre. En su intensidad máxima, las temperaturas de la superficie del mar en algunas zonas fundamentales fueron similares a las registradas durante los episodios excepcionalmente intensos de El Niño en 1997/1998 y 1982/1983, aunque las anomalías de las temperaturas máximas de la superficie del mar se produjeron más al oeste en 2015.
El Niño afecta la distribución de las lluvias y las características meteorológicas en muchos lugares del mundo. Si bien las particularidades de cada episodio de El Niño son diferentes de los demás, existen determinadas características recurrentes que pueden preverse durante un episodio intenso de El Niño.
El fenómeno de El Niño suele relacionarse con un aumento de las temperaturas globales tanto en la superficie (figura 6) como hasta la troposfera. No obstante, existe un desfase entre el calentamiento del Pacífico tropical y su efecto en las temperaturas globales, y dicho desfase resulta más prolongado en la troposfera que en la superficie. Si bien es posible que las temperaturas globales en la superficie hayan aumentado levemente debido a las condiciones de un episodio inminente de El Niño que reinaron a fines de 2014, es probable que todos los efectos del episodio de fuerte intensidad de El Niño de 2015 sobre la temperatura mundial continúen una vez que este alcance su máxima intensidad.