El pasado jueves 05 de marzo de 2015, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) confirmó la llegada del fenómeno climático El Niño. Éste se caracteriza por el calentamiento de las aguas superficiales del Océano Pacífico. Con una evolución superior a la altura del ecuador. No obstante, causa efectos climáticos a escala del planeta. En el caso particular de Nicaragua ejerce una influencia negativa sobre el área continental a lo largo del Pacífico.
Sin embargo, la misma fuente de la NOAA dijo que los efectos adversos del fenómeno El Niño en el clima global serán limitados. Esta información tiene como base el hecho que el fenómeno se ha producido de forma tardía y débil. Según la organización, donde sí podría notarse el efecto de El Niño es en partes del hemisferio norte en los próximos meses pudiendo provocar condiciones más húmedas de lo habitual en la costa del Golfo de México en EE.UU.
La nota informativa que está circulando ampliamente indica que Mike Halpert, subdirector del Centro de Predicción Climática, dijo que el fenómeno podría hacer que hubiera menos huracanes en el Océano Atlántico en los próximos meses. También advirtió que no se debía bajar la guardia, no se debe descuidar el monitoreo ante la llegada de la temporada ciclónica. Recordó que el devastador huracán Andrew que arrasó el sur de Florida en 1992 ocurrió durante la evolución de El Niño. Halpert señaló que existen muchas posibilidades de que el actual fenómeno de El Niño continúe durante el verano boreal.
las precipitaciones en algunas regiones, mientras que en otras se incrementan las Según destaca desde Los Ángeles Mundo Jaime González, periodista de la BBC, en California existe la esperanza de que El Niño haga que aumenten las precipitaciones. En este momento el territorio del oeste de EE.UU. atraviesa una grave sequía. El último fenómeno de El Niño que se registró ocurrió en el periodo 2009-2010, aunque no fue tan intenso como el que se dio en los años 1997-1998, que causó inundaciones y sequías a escala planetaria.
El ciclo conocido como Oscilación del Sur El Niño (ENSO, por sus siglas en inglés), se refiere a un periódico calentamiento y enfriamiento del Océano Pacífico en los trópicos. Este ciclo afecta gran parte de África, Medio Oriente, India, el sureste asiático, Australia y América. Cabe destacar que en estas regiones vive la mitad de la población mundial, y se ve afectada por el fenómeno climático.
Según los y las científicos/as, el ENSO impulsa una variabilidad sustancial en las precipitaciones. En consecuencia afecta la producción agropecuaria, ecosistemas y enfermedades en muchas partes del mundo. Cuando El Niño está activo, sube la temperatura y se reducen las precipitaciones en algunas regiones, mientras que en otras se incrementan las lluvias.
Nota: La fotografía registra un extremo del lago artificial Martiniano Aguilar, conocido popularmente como Las Canoas, jueves 26 de febrero de 2015.