La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) urgió a la comunidad internacional a reunir 14,4 millones de dólares para ayudar a 333.000 siniestrados por esos meteoros en Nicaragua, Guatemala y Honduras, según publica el 3 de febrero en su página web.
Dichos planes contemplan la rehabilitación de los medios de vida de 333.000 personas, la mayoría pequeños agricultores. Las mujeres y los pueblos indígenas lideran las prioridades de esas estrategias, menciona el comunicado.
“El impacto simultáneo de los huracanes Eta e Iota y del COVID-19, amenaza a los grupos de población más vulnerables, cuyos medios de vida están devastados”, declaró Adoniram Sanches, coordinador subregional de la agencia de la ONU para Mesoamérica.
El plan de respuesta propuesto para Nicaragua tiene el propósito de rehabilitar, diversificar y fortalecer la resiliencia de los medios de vida de 25.000 hogares rurales, apoyando a 130.000 damnificados por los huracanes. Para este plan, se requieren 6,4 millones de dólares.
La propuesta de la FAO, menciona que el foco estará puesto en la región autónoma de la Costa Caribe Norte y las comunidades de la zona especial del Alto Wangki-Bocay en el departamento de Jinotega, que se encuentran entre las más perjudicadas y que dependen en gran medida de la agricultura de subsistencia a pequeña escala y de la pesca artesanal.
“La asistencia de emergencia proveerá semillas de frijoles, arroz y maíz; recursos y asistencia técnica para la rehabilitación de la infraestructura de procesamiento y almacenamiento de semillas; apoyo para reactivar la producción de animales como cerdos y aves de corral; y la entrega de insumos veterinarios y asistencia técnica para evitar la propagación de enfermedades”, precisa la nota de prensa.
Para los pescadores artesanales se propone suministrar redes, trampas para cangrejos y anzuelos, además de materiales para reparar embarcaciones dañadas y equipos básicos, capacitación y asistencia técnica para el manejo, procesamiento y comercialización de productos pesqueros, según la propuesta de la FAO.