La decisión de tener en la agenda global un día internacional dedicado al agua fue recomendado durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) o Cumbre de la Tierra de 1992 en Río de Janeiro, Brasil. La Asamblea General de Naciones Unidas respondió a dicha recomendación designando el 22 de marzo de 1993 como el primer Día Mundial del Agua.
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1992 la resolución A/RES/47/193 por la que el 22 de marzo de cada año fue declarado Día Mundial del Agua, a celebrarse a partir de 1993, en conformidad con las recomendaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo contenidas en el Capítulo 18 (Recursos de Agua Dulce) del Programa 21
En estos días de finales del mes de marzo de 2018 se viene hablando acerca de las dificultades para acceder a agua para consumo humano, acá. Nicaragua posee los cuerpos de agua dulce (subterráneos y superficiales) más importantes de la región. Se supone que el país no debería tener problemas para que la población acceda a agua para su consumo, particularmente la potable. Sin embargo, la situación se torna dramática para miles de personas. Se sufre de sed, y otras complicaciones como agua para cocinar, limpieza del hogar, higiene personal, etc.
Algunas personas afirman que estos problemas están asociados al fenómeno climático El Niño. Otras dicen que tiene que ver con las irregularidades de los inviernes de los años 2014 y 2015. Que tenemos un déficit de humedad. Que no se logró una adecuada recarga de los cuerpos de agua subterráneos y superficiales. Hay quienes culpan sin mayor explicación y fundamento a los efectos adversos del cambio climático. En fin, pareciera que es la suma de todas estas razones.
Muy poco se habla de la labor depredadora de los bosques. No hay explicación alguna acerca del papel que juega el bosque en el ciclo del agua. Menos información nos llega de la pérdida anual de cerca de 70.0 mil, o 75.0 mil, hectáreas de cobertura verde o bosque en Nicaragua. Es evidente que está en proceso acelerado la modificación del uso de suelo. Estos dos últimos elementos tienen un impacto adverso para la gestión integral del agua. Sin lugar a duda alguna, aunque haya un buen invierno cada vez será más lejano el acceso a agua para consumo humano: dramática realidad.
La Ley General de Aguas Nacionales – Ley No. 620 establece que la prioridad del uso de las aguas nacionales es el consumo humano. No obstante, la vida cotidiana del país evidencia otra realidad. Cada día se sufre de sed, cada hora el acceso a agua para consumo humano es más lejano. Urge de acciones que coadyuven a la solución del problema, pero desde su esencia.