MNGR – Nicaragua

Trabajando por el desarrollo regional

crgr_10_anosHace diez (10) años bajo condiciones climáticas complejas, y ante otras amenazas, nació la Concertación Regional para la Gestión de Riesgo (CRGR). Era una época reciente que ofrecía indicios sobre una tendencia creciente de fenómenos que derivan en amenazas. En consecuencia, es importante tener presente: ¿Bajo qué escenarios de riesgo nace la Concertación? ¿Cuáles eran los desafíos que se debían adoptar? ¿Cómo se estaba entendiendo al derecho a la sobrevivencia? ¿Cómo aprender a convivir con el riesgo?

Ofrecemos algunas ideas en ocasión de los diez años de labor permanente –de perseverancia y entrega- de la Concertación. Primero, cada día era más evidente que Centroamérica es una región altamente vulnerable, particularmente ante los efectos adversos del cambio climático. Aunque se reconoce que es una región con múltiples amenazas, muy compleja. Era una necesidad vital el trabajo que contribuyera a la reducción de las condiciones de riesgo.

Segundo, la región se ve sensiblemente afectada por estas amenazas múltiples. Éstas evolucionan, se desarrollan, afectan a comunidades que están en condiciones de vulnerabilidad, en diferentes ocasiones bajo un mismo período de tiempo: actividad volcánica y sísmica, sequía, tormentas tropicales, inundaciones, tsunami, etc. En consecuencia, era necesario trabajar a favor de la comprensión de estos fenómenos y aprender a convivir con el riesgo. Bajo esta premisa se establecieron las bases originales de la CRGR.

La base más sólida de la CRGR es que se erige sobre las Mesas nacionales para la gestión de riesgo: El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, y una organización nacional de Panamá.  De aquí se deriva una tercera tarea.  Era necesario contribuir desde nuestra perspectiva al fortalecimiento de los Sistemas nacionales de protección civil. Recordemos que la Concertación nace con vocación asociada a la labor de incidencia.

Hay evidencias de la contribución de la Concertación en este orden: aportes al Plan regional para la reducción de desastres PRRD), ideas para la adopción de la Política Centroamericana para la Gestión Integral del Riesgo (PCGIR), trabajando desde el Foro regional para la gestión de riesgo; en fin la lista es amplia y propositiva. Durante estos diez años se ha logrado ir consolidando una relación de trabajo de respeto y colaboración con el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central (CEPREDENAC).

Ahora estamos ante desafíos emergentes, además de los ya conocidos. Sin lugar a dudas, sobre la base de la experiencia acumulada y la inquebrantable voluntad de hacer las tareas bien, la Concertación va a salir adelante, y con el mejor desempeño.

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