Este martes 17 de junio de 2014 se llevó a cabo un Conversatorio para compartir acerca de los efectos adversos del fenómeno climático El Niño. Se debe recordar que desde finales de diciembre de 2013 se viene indicando la posibilidad de la presencia de éste.
La actividad fue organizada por la Mesa Nacional para la Gestión de Riesgo – Nicaragua (MNGR). Ésta estaba orientada para ofrecer a periodistas información relacionada a la evolución del fenómeno hasta la fecha presente. El Conversatorio ha permitido ubicar en la agenda nacional el riesgo de que miles de personas no accedan al servicio de agua para consumo humano, y particularmente a agua potable.
Cabe señalar que en Nicaragua unos 5,500 acueductos rurales son administrados bajo la gestión integrada del recurso por comunitarios/as organizados en los Comités de Agua Potable y Saneamiento (CAPS). Estos suministran el servicio de agua a aproximadamente un millón de personas. La presencia de El Niño en esta región geográfica pudiera derivar en la agudización del acceso de agua potable debido a una precipitación deficitaria con relación al registro histórico de lluvia.
La MNGR plantea la necesidad de trabajar consistentemente lo relacionado a la cosecha de agua, particularmente para el consumo humano. De acuerdo a la comunidad científica global, el fenómeno climático El Niño ahora se estará presentando en ciclos muy cortos, entre 3 y 5 años. Este escenario propio de la crisis climática obliga a hacer gestión de riesgo a desastres ante el déficit de humedad.
Otros de los asuntos que fue abordado durante el desarrollo del Conversatorio fue la necesidad de hacer una labor diferenciada entre productores/as medianos/as y grandes, y pequeños/as y medianos/as. Así mismo reconocer que los y las pequeños/as y medianos/as productores/as están más enfocados/as en la producción para la dieta familiar nicaragüense. En cambio los y las grandes productores/as en la producción para la exportación.
La ocasión fue propicia para hacer referencia que la agricultura es una actividad humana con un poco más de doce mil años de desarrollo. Durante este período se ha “domesticado” una cantidad muy importante variedades de semillas. Esta es una herencia valiosa de material genético que debería responder ante los efectos adversos del fenómeno climático El Niño.
El conversatorio concluyó con un intercambio amplio de ideas. Así mismo. Cabe señalar la participación de un grupo nutrido a través del formato digital.