MNGR – Nicaragua

Conversando acerca de la gobernanza del riesgo

a_260514Previo a la realización de la IV sesión de la Plataforma regional para la reducción del riesgo a desastres de las Américas se llevó a cabo un conversatorio. Durante éste se abordó La Gobernanza del riesgo de desastres en diferentes escalas.

La cita fue el lunes 26 de mayo de 2014, en las instalaciones de la Secretaria de Gestión de Riesgos, en Guayaquil, Ecuador. Salón ECU 911, km 0,5 vía a Samborondón, Guayaquil, Ecuador, entre las 16h00 – 18h00. La iniciativa se desarrolló gracias a las instituciones:   Overseas Development Institute,   Climate and Development Knowledge Network, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

La nota de concepto del conversatorio expresa que  la gobernanza del riesgo de desastres se refiere a la forma en que autoridades y funcionarios públicos, medios de comunicación, sector privado y sociedad civil se coordinan en el nivel comunitario, local, nacional y regional para gestionar y reducir el riesgo relacionado con eventos, desastres y el cambio climático.

Esto implica asegurar la existencia de capacidad institucional y disponibilidad suficiente de recursos para la prevención, preparación, manejo y recuperación frente a riesgos. Incluye asimismo los mecanismos, instituciones y procesos a través de los cuales los ciudadanos expresan sus intereses, ejercen sus derechos y obligaciones legales, y median sus diferencias.1 Un estudio reciente llevado a cabo por el ODI y el PNUD sugiere que los países con los mejores sistemas de gobernanza del riesgo cuentan con altos niveles de desarrollo humano, estabilidad política y democracia. Sin embargo, se ha notado que las buenas prácticas en la gestión de riesgos no se relacionan con un determinado sistema de gobierno. Por otro lado, para que sean efectivas las medidas para reducir el riesgo -como la aplicación de normas para el uso del suelo y códigos de construcción en zonas de alto riesgo– se requiere de un proceso de sensibilización sobre los riesgos. No obstante, la sensibilización, comunicación y confianza entre distintos actores, son características de la gobernanza del riesgo que no se pueden cuantificar fácilmente ni clasificar en un índice.

Dada la variedad de sistemas de gobernabilidad que existen en América Latina y el Caribe, el documento que suceda al Marco de Acción de Hyogo tendrá que articular un conjunto de principios y normas a alcanzar, sin especificar los mecanismos institucionales a utilizar. Adicionalmente, cualquier sugerencia sobre cómo lograr la aplicación de estas normas, tendrá que basarse en la evidencia existente y apoyarse en las experiencias de los actores nacionales y locales, pues dichos actores han logrado promover cambios en las políticas y organizaciones responsables para la gestión del riesgo en distintos contextos institucionales.

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