El protagonista de la segunda conversación en azul y marrón es Harmhel Antonio Dalla Torre. Harmhel es un buen amigo de ONGAWA y, en Nicaragua, ha participado en diferentes procesos para la no privatización de los recursos hídricos e incidencia política para la elaboración y aprobación de la Ley General de Aguas Nacionales, así como la Ley Especial para Comités de Agua Potable y Saneamiento. Es, además, colaborador en procesos de investigación e incidencia para la implementación del Derecho Humano al Agua Potable y al Saneamiento en este país centroamericano.
A continuación os dejo lo que me ha contado:
Pregunta: ¿Qué opinas sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible en general y del número 6, el de agua y saneamiento, en particular?
Respuesta: Los Objetivos de Desarrollo Sostenible tendrán que incorporarse a las políticas, a los planes, a presupuestos y a las estrategias nacionales de desarrollo.
Dada la desagregación de metas para agua y saneamiento en los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Nicaragua se tendrá que mejorar la articulación, efectividad e impacto de las intervenciones de instituciones como Instituto Nicaragüenses de Acueductos y Alcantarillado Sanitario (INAA), Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (ENACAL), Ministerio de Salud (MINSA), Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA), Autoridad Nacional del Agua (ANA) y Municipalidades. Para ello el Gobierno tendrá que repensar sus funciones y sus arreglos organizacionales; tiene que transformar sus capacidades para cumplir con sus nuevos mandatos; ha de introducir cambios en su gobernanza; deberá definir modalidades adecuadas para financiar el trabajo que debe desempeñar; requerirá mejorar su capacidad de forjar alianzas e involucrar actores múltiples que apuntalen la consecución de los ODS.
Algo que no se ha discutido es cómo se vigilará el cumplimiento de estos compromisos y como se llamará a cuentas a aquellos países que no emprendan las acciones transformadoras necesarias para alcanzar las metas. ¿Implementará las Naciones Unidas algo similar al Examen Periódico Universal (EPU) para cada país?
P: Las estadísticas mundiales muestran un considerable avance en materia de acceso alagua desde 1990. Por ejemplo, en 2010 se alcanzó la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y el dato más reciente muestra que las personas sin acceso se han reducido hasta los 663 millones. ¿Cuál debería ser entonces el principal reto para los próximos años?
R: El avance en el cumplimiento de las metas varía no sólo entre los países, sino también al interior de ellos, por ejemplo en Nicaragua es importante distinguir la situación del acceso al agua en los ámbitos urbanos y rurales ya que existen muchas brechas de acceso.
Las inversiones y los trabajos que se tienen que realizar para incorporar población que se localiza en regiones más lejanas, aisladas, dispersas, en la periferia de las ciudades, o que tienen problemas especiales de acceso, son cada vez mayores y requieren mayores tiempos e inversiones.
Finalmente, hay que mejorar los montos de inversión necesarios, por ejemplo en Nicaragua las inversiones en agua potable y saneamiento están por debajo del 5% del PIB. Para alcanzar las metas en agua potable y saneamiento Nicaragua debería incrementar en un 195% sus inversiones anuales.
P: Cuando se habla de la triada agua – saneamiento – higiene, éste último componente –la higiene– parece el menos relevante de los tres y en numerosas ocasiones queda eclipsado por los otros dos. ¿Es realmente menos importante? ¿Cómo contribuye la promoción de higiene al desarrollo y la lucha contra la pobreza?
R: El componente de higiene no se puede desvincular del acceso al agua potable y al saneamiento; además no solo hay que centrarse en los hogares sino también a otros espacios como centros de salud y las escuelas (principalmente las de educación preescolar y primaria). Por ejemplo, en Nicaragua el 62% de los centros educativos y el 59% de los centros de salud, no tienen ninguna instalación para lavado de manos. A nivel domiciliar más de la mitad de las familias no cuentan con instalaciones para el lavado de manos y solo en una de cada tres se observó presencia de jabón. Ante esto, es importante continuar con la promoción de la higiene pues al reducir las enfermedades se contribuye a luchar contra la pobreza.
P: Desde diferentes ámbitos, incluido Naciones Unidas, se viene hablando desde hace años de romper el silencio sobre el saneamiento, de visibilizar la problemática como primer paso para alcanzar soluciones. ¿Qué se puede hacer para contribuir a este objetivo?
R: Las deficiencias de inversión y cobertura en sectores básicos como el saneamiento generan una serie de impactos negativos sobre la economía de un país, sin embargo resulta muchas veces difícil convencer a las autoridades sobre la importancia de las inversiones en saneamiento, por lo que se hace imprescindible generar evidencias que demuestren que invertir en soluciones de saneamiento -seguras y sostenibles- es prioritario y que además forma parte fundamental del desarrollo económico y social de un país.
Solo el 37% de los habitantes nicaragüenses en zonas rurales tiene acceso a un baño digno, cifras bastante lejanas del 72% de cobertura de saneamiento que Nicaragua se propuso alcanzar como meta para 2015.
La falta de saneamiento adecuado representa para Nicaragua (el segundo país más pobre de América Latina después de Haití), pérdidas equivalentes al 1,5% de su PIB, es decir US$95 millones -con esta cantidad se hubiese podido cubrir el gasto educativo de 470.000 estudiantes, según el reporte “Nicaragua: Costo del Saneamiento Inadecuado”. Ante esto, es importante dar prioridad al saneamiento en las políticas y presupuestos nacionales, regionales y municipales, incluyendo el manejo sostenible de residuos sólidos, disposición final de excretas y promoción de buenas prácticas de higiene para mejorar la salud y protección del medio ambiente.
P: En el caso de Nicaragua, ¿cuáles son los principales retos en agua, saneamiento e higiene para los próximos años?
R: Integrar las dimensiones del derecho a los indicadores y estadísticas sobre el acceso al agua, acceso al saneamiento e higiene, priorizando los sectores más vulnerables.
Transparentar en los datos oficiales agregados de acceso al agua, al saneamiento e higiene las vulneraciones de estos derechos que tienen que ver con aspectos como la calidad, la disponibilidad real o el precio.
Mejorar la estacionalidad y continuidad del servicio de agua potable implementando acciones de mitigación frente al cambio climático, principalmente en los mini acueductos por gravedad (MAG).
Fortalecer las capacidades técnicas y administrativas de los Comités de Agua Potable y Saneamiento (CAPS) que permitan una sostenibilidad de los sistemas de agua potable.
Según UNICEF por cada dólar que se invierte en saneamiento e higiene, se ahorran nueve dólares en salud; por tanto el saneamiento e higiene se encuentran entre los más importantes retos para generar avances en la salud, porque el lavado de manos, acceso a un servicio sanitario eleva la calidad de vida de todos sobre todo de mujeres y niños que enferman menos.
P: ¿Podrías destacar alguna campaña, acción o iniciativa relacionada con los derechos humanos al agua y al saneamiento?
Investigación, análisis, elaboración y publicación de 1° y 2° Informe sobre el Derecho Humano al Agua Potable y al Saneamiento en Nicaragua que han servido como instrumento de procesos de incidencia.