Los escenarios de los últimos períodos de invierno -en esta región centroamericana- se han desarrollado bajo la influencia de una alta variabilidad climática. Se han caracterizado por ciclos de sequía seguidos de excesos de humedad, es decir, déficit y exceso de humedad en períodos cortos. La actividad agropecuaria de Nicaragua y la región se desarrolló acompañada de un invierno (mayo – octubre de 2014) excesivamente influenciado por la norma anteriormente descrita.
Se registran pérdidas de material genético de los pequeños/as y medianos/as productores/as, afectación a la economía familiar de éstos/as, disminución de los inventarios alimenticios de miles de familias, afectaciones de suelo, impacto negativo en acueductos rurales manejados comunitariamente, migración por razones laborales, etc. Estas son entre otras las afectaciones causadas por un invierno fuertemente influenciado por un fenómeno climático. No cabe duda alguna que urge la adopción del enfoque de gestión de riesgo ante el déficit de humedad, pero también ante el exceso.
El pronóstico temprano y oportuno del comportamiento del clima constituye una herramienta de importancia esencial al momento de la toma de decisiones. Particularmente para la adopción de acciones asociadas a los planes de desarrollo del país. Se debe tener presente que estudios con fuentes diferentes ofrecen información que registra la tendencia creciente de los desastres asociados al comportamiento del clima. El 98.0% de los desastres ocurridos en los últimos quince (15) años derivan de perturbaciones en el clima. La exacerbación del clima es una realidad. Es decir, estamos obligados/as a la adopción del enfoque de trabajo para hacer gestión de riesgo ante el déficit, o exceso, de humedad.
Por ejemplo, ahora para nuestra región el comportamiento de los fenómenos climáticos El Niño y La Niña que ahora se presentan en ciclos de vida muy cortos, entre tres (3) y cinco (5) años. Estos fenómenos climáticos deben ser analizados e incorporados en la agenda nacional. Se deben adoptar planes nacionales que registren las acciones que respondan a los escenarios que se derivan del desarrollo de éstos. Ya no cabe la improvisación. Es tiempo de la adopción de medidas que se correspondan con la amenaza.
Todavía no tenemos el balance integral de Nicaragua y la región con relación a las pérdidas y daños del recién pasado invierno de 2014. Los Centros especializados que brindan cotidianamente información sobre el comportamiento del clima ya nos han ofrecido la lista de nombres para las tormentas y huracanes que probablemente se desarrollen durante la temporada de estos fenómenos en el año 2015. Esta es la lista:
Ana Bill Claudette Danny Erika Fred
Grace Henri Ida Joaquin Kate Larry
Mindy Nicholas Odette Peter Rose Sam
Teresa Victor Wanda
Es tiempo oportuno de dar continuidad al trabajo bajo la gestión de riesgo a desastres. Debemos tener presente que la deconstrucción social del riesgo es una tarea cotidiana.