Los días 03 y 4 de Junio se realizó la primera entrega de alimentos a 150 familias campesinas del Municipio de San Isidro, departamento de Matagalpa, en el marco del Proyecto Regional “Respuesta al Impacto de la Sequía sobre la Seguridad Alimentaria para las familias que habitan en el Corredor Seco Centroamericano”.
La Concertación Regional Para la Gestión de Riesgo (CRGR) busca apoyar a pequeños productores afectados por la sequía y que se ubican dentro del Corredor Seco Centroamericano a través de las Mesas de Honduras, El Salvador, Guatemala y la Mesa Nacional Para la Gestión de Riesgo-Nicaragua a través de su organización miembro en ese municipio, el Movimiento Comunal Nicaragüense.
Las familias beneficiarias fueron seleccionadas en las mismas comunidades bajo parámetros previamente establecidos, con prioridad a todas las familias que tienen niños y niñas en desnutrición, mujeres embarazadas, personas de la tercera edad y en pobreza extrema, muchas de las cuales realizan un solo un tiempo de comida, y con limitados medios de vida que les imposibilita la subsistencia.
También tuvieron participación activa en la toma de decisiones, entre ellas la elaboración de la lista de necesidades alimenticias y las cantidades sugeridas para cada comunidad. El monto del paquete alimenticio es de mil 350 córdobas, aproximadamente unos 50 dólares americanos. “Aquí se observa un cambio, no son las organizaciones las que llevan ayuda humanitaria teniendo en cuenta su opinión y decidiendo por las familias afectadas, sino estas participando en la decisión de qué comprar, basado en la necesidad del momento”, afirma Sergio Sáenz, representante del Movimiento Comunal Nicaragüense (MCN).
Por su parte el gobierno local ha participado en la selección de las comunidades, junto al Movimiento Comunal Nicaragüense de Matagalpa que es la organización ejecutora del Proyecto en este Municipio. Las autoridades locales también apoyan en la supervisión de las actividades, garantizando la transparencia en el manejo de la Ayuda Humanitaria.
Los alimentos llegaron a San Isidro junto a las lluvias, manifestándose alegría en los rostros de numerosos grupos de familias que se han llenado de esperanzas para reiniciar sus labores agrícolas en medio de la incertidumbre de otro invierno influenciado por el fenómeno El niño, que para los pequeños productores que habitan en los municipios situados en la franja del Corredor Seco Centroamericano significa sequía, dolor y perdidas.