El Marco de Sendai Para la Reducción de Riesgo a Desastres 2015– 2030 nos invita a conocer y reconocer el riesgo. Este paso es esencial para la sobrevivencia.
Durante el primer trimestre del año 2015 la región experimentó un escenario muy similar al del año 2014, destacando los siguientes fenómenos: Marejadas fuertes a lo largo de la línea costera marina del Océano Pacífico. El desarrollo de olas altas que ha afectado a miles de familias que obtienen sus ingresos de la pesca artesanal. Nos afectó el fondo de mar. Este fenómeno que tiene una incidencia en la vida y la economía de las familias que habitan a lo largo de la línea costera marina.
Nos ha afectado el período seco, el que resulta propicio para el desarrollo generalizado de incendios forestales, afectando no solo la cobertura boscosa, sino también provocando la degradación del suelo.
También hemos sufrido elevadas temperaturas, las que pudieran derivar en complicaciones de salud en la población y registrándose un incremento de la temperatura promedio de la región.
Se han presentado ráfagas de vientos con velocidad de hasta 60.0 kilómetros por hora, produciendo afectaciones en los suelos, en la floración y en la salud humana. Miles de familias han tenido dificultades para acceder a agua para consumo humano, y particularmente agua potable. Los cuerpos de agua superficiales y subterráneos no se han recargado lo suficientes, y tenemos un déficit del recurso.
Durante el período que va de enero a agosto de 2015 se ha presentado un escenario muy similar para el mismo período del año 2014. Entre otros fenómenos debemos reconocer los siguientes:
La actividad volcánica recurrente. Se registra actividad de volcanes en El Salvador, Guatemala y Nicaragua. Asociada a esta actividad es necesario realizar labor de monitoreo a la contaminación natural por arsénico que deriva en afectaciones a la salud de miles de personas que habitan en las proximidades de los volcanes. Y la actividad sísmica ha sido también intensa.
La presencia del fenómeno climático El Niño y sus efectos adversos han derivado en: Pérdida de material genético; pérdidas en la cosecha de primera; afectación a la economía familiar campesina; disminución de los inventarios de alimentos de estas familias; erosión del suelo; migración por razones laborales; incremento de episodios de salud; deslaves e inundaciones.
Bajo este panorama regional se desarrolla hoy en Managua el Foro “Reduciendo Riesgos y Fortaleciendo Resiliencia en Centroamérica”, el que es promovido por la Agencia Católica Irlandesa para el Desarrollo, Trocaire, junto con sus 19 organizaciones socias de los 4 países: Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador, en el marco de su Programa de Gestión de Riesgos y Repuesta Humanitaria.
El Foro pretende proporcionar un espacio de análisis, discusión e intercambio entre las organizaciones de los 4 países sobre el actual contexto de vulnerabilidad a desastres socio-naturales en la región, el nuevo marco de gestión de riesgos a nivel internacional, y los avances y desafíos en la implementación de leyes, políticas y programas a nivel regional y nacional para la reducción de riesgos y la mitigación del impacto del cambio climático. Se presentarán avances sobre guías y metodologías de trabajo coordinados con los sistemas de protección civil de los 4 países así como experiencias exitosas de prevención, mitigación y preparación ante desastres.
Participarán también representantes de otras organizaciones nacionales e internacionales y del Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central –CEPREDENAC, del Sistema de la Integración Centroamericana, SICA. El Foro inició a las 09:00 am en el Hotel Hex, Managua.